Hola a todos los lectores, me disculpo por la tardanza de no haber publicado ayer como prometí, pero estuve fuera de mi casa y cuando llegué estaba muy agotado para ponerme a escribir, sin embargo, el ganador de la encuesta que hice el Martes lo decidí posponer para la próxima semana, pues resulta ser que ayer encontré la versión SACD de esta obra maestra, y aunque yo no estaba familiarizado con ese formato y tampoco entendía como funcionaba, debo decir que quedé completamente impresionado y me hizo ver que el remaster del 2018 sonaba muy plano y comprimido, al punto de que la separación de los canales no se notaba mucho, por lo que esta versión en SACD me dejó una experiencia muy grata y decidí compartirla con ustedes junto con el mencionado remaster del 2018 como extra, ya que este último, tiene una mezcla alterna del disco y temas extra, igualmente tenía planeado subir el DVD, pero en última instancia decidí sustituirlo por el SACD que viene comprimido en una imagen de disco ISO que pueden reproducir fácilmente por medio de una herramienta para Foobar2000 que les dejaré en el JustPaste de las descargas. ¡Buen provecho!
Los orígenes de Love se encuentran en cuando el adolescente Arthur Lee (quien ya era un compositor brillante, según fuentes cercanas) fue invitado a ver a una de las bandas de garage de su escuela en la que participaba su vecino Johnny Echols como guitarrista, por lo que pronto se uniría y se harían llaman The American Four, que pronto cambiarían de nombre a The Grass Roots y no tardarían en conocer a Bryan MacLean, quien en ese tiempo fungía como roadie de los Byrds, resultó ser que era un músico y compositor brillante quien había sido un niño prodigio, por lo que Arthur Lee lo invitó a unirse a su nuevo grupo que combinaba tanto el garage como el folk rock, que en ese tiempo marcaban a la escena rockera de los Ángeles, California.
Pronto el grupo quedaría completado por el baterista Don Conka y el bajista Johnny Fleckenstein, sin embargo, no duraron mucho en el grupo y serían sustituidos por Alban "Snoopy" Pfisterer en la batería y Ken Forssi, no obstante, antes de siquiera poder conseguir un contrato discográfico, resultó salir otro grupo con el nombre The Grass Roots, por lo que Arthur Lee le cambiaría el nombre a Love y así, el grupo debutó en 1966 con un disco homónimo que estaba mayormente conformado por temas de garage rock, folk rock y algunos tintes de psicodelia primigenia, logrando tener una popularidad considerable en la escena angelina, y en ese mismo año, el grupo lograría su único sencillo que entró a las listas de popularidad de Estados Unidos en un relativamente modesto lugar número 33 de nombre 7 and 7 is, que terminaría siendo incluido en su segundo disco Da Capo, el cual ya muestra algunos chispazos de la genialidad que vendría para Forever Changes y tendría el debut del baterista Michael Stuart-Ware.
En 1967, el grupo decidió meterse a grabar su tercer disco que a petición del productor Bruce Botnick, tendría un sonido alejado del estridente garage rock de sus primeros 2 álbumes y estaría más orientado al folk rock, este disco se titularía Forever Changes y comenzaría a ser grabado en Agosto de ese año, sin embargo, los miembros del grupo no tenían ensayadas las nuevas canciones de Arthur Lee, por lo que los tuvieron que suplir The Wrecking Crew, el grupo de músicos de sesión más importante de la historia, sin embargo, todos los miembros de este grupo tuvieron que aprender nota por nota la forma de tocar de los miembros de Love, y esto llevó al grupo a irse a ensayar el resto de canciones que conformarían al disco, el cual fue terminado en Septiembre y fue lanzado el 1° de Noviembre de 1967, logrando un modesto número 58 en las listas de popularidad de Estados Unidos y un mucho mejor 24 en las del Reino Unido.
El grupo lanzaría un sencillo más en 1968 y la primera época de Love daría por concluida al separarse, después Arthur Lee encontraría nuevos miembros y grabaría 3 álbumes más, sin embargo, esos discos serán comentados en el futuro.
Love es uno de los grupos más importantes de la historia de la música popular, a pesar de que el reconocimiento les llegó muy tarde, cuando el grupo ya no existía y fue gracias a toda una oleada de jóvenes músicos de origen británico que a finales de los 80's hasta el amanecer de la siguiente década, tenían entre sus discos preferidos al Forever Changes, que había sido un disco que alcanzó a tener bastante éxito en el Reino Unido entre 1967 y 1968, llegando al número 24 de las listas de popularidad, pero el pleno reconocimiento como un clásico llegó hasta las épocas de la neo-psicodelia y el baggy e incluso uno de los grupos icónicos de esta última escena, los Stone Roses llegaron a afirmar que Forever Changes era el mejor disco de la historia (aquí, podemos disentir, pero sea o no el mejor, eso es lo que menos importa) y eso los hizo tener una amistad inmediata con su productor.
Por otro lado, aquí muchos podrán objetarme o incluso regañarme, pero la verdad soy un férreo crítico del purismo intelectual y además de todo, de los arbitrarios y anticuados consensos de los expertos, pues sufren a la hora de hacer un análisis musical sólido, teniendo como bases únicas a los tecnicismos, la popularidad y lo más equivocado de todo, tener solamente en cuenta la impresión que una obra pudo generar en su momento particular, lo que me hace pensar que todo este purismo intelectual posmoderno simplemente termina teniendo este giro elitista y torpe al querer seguir reivindicando lo "auténtico", en este caso, seguir reivindicando esa actitud completamente acrítica y consumista que tuvo la generación de los "Baby Boomers" frente a la música que les vendían las grandes disqueras y los medios de comunicación, sin embargo, yo aquí doy un salto políticamente incorrecto (al menos para el academicismo posmo y su reaccionaria reivindicación de las particularidades) para tomar de Hegel su idea de "universalidad" y de aquí reformular el significado de "obra maestra", pues la semana pasada recibí regaños por parte de una autoridad académica por las reseñas que escribí de los Animals, en donde catalogué al menos 10 temas como "obras maestras", y sus regaños fueron por no tener en cuenta que "lo único que puede hacer a una obra, una "obra maestra" es la popularidad que adquirió en su momento particular", lo que se me hizo que pecaba de insensato y deshonesto, pues si hay algo que debemos tener en cuenta con las grandes "obras maestras" de todas las artes, NO ES su particularidad, sino lo que siguen dejando después de tantos años de haber sido creadas, incluso si en su tiempo, lugar, circunstancia o contexto no se les conoció o se les consideró un trabajo menor, por lo que un grupo como Love nos confirma esta lectura de corte hegeliano, pues su reconocimiento llegó demasiado tarde, cuando la época de la psicodelia, el hippismo, el racismo contra los negros, la guerra de Vietnam, entre otras cosas, ya eran cosa del pasado y Forever Changes resurgió, para decir más de lo que incluso pudo decir en su contexto particular, por lo que aquí la pregunta correcta cuando vamos a analizar una obra, no debería ser la típica: ¿Cuál fue el impacto que generó la obra en su tiempo? Sino, ¿Qué es lo que tiene esta obra para decir después de tanto tiempo de su creación? Solo aceptando el rompimiento que una obra tiene con su particularidad, puede reafirmarse como "obra maestra" y Forever Changes definitivamente lo es.
Aquí una cita del prólogo de La Filosofía del Derecho:
"Al decir, aún, una palabra acerca de la teoría de cómo debe ser el mundo, la filosofía, por lo demás, llega siempre demasiado tarde. Como pensar del mundo surge por primera vez en el tiempo, después que la realidad ha cumplido su proceso de formación y está realizada. Esto, que el concepto enseña, la historia lo presenta, justamente, necesario; esto es, que primero aparece lo ideal frente a lo real en la madurez de la realidad, y después él crea a este mismo mundo, gestado en su sustancia, en forma de reino intelectual. Cuando la filosofía pinta el claroscuro, ya un aspecto de la vida ha envejecido y en la penumbra no se le puede rejuvenecer, sino sólo reconocer: el búho de Minerva inicia su vuelo al caer el crepúsculo."
-Georg Wilhelm Friedrich Hegel
Como dice el buen Slavoj Žižek, Hegel es un filósofo muy abierto y universal para leer, pues prácticamente su pensamiento se puede aplicar incluso a otras disciplinas que no son filosofía o política, como en este caso: la música, y es que si hay algo que puede explicar el resurgimiento de grupos y discos raros o que quedaron opacados por conjuntos mucho más populares en su tiempo es precisamente esta cita de Hegel, pues esos discos llegaron a la gente cuando la psicodelia, el movimiento hippie, el verano del amor, los movimientos estudiantiles del 68, los primeros festivales de música, la guerra de Vietnam, entre otros sucesos, ya estaban realizados y por lo tanto, ya eran historia, y estos discos, incluso si muchos no llegan a ser "obras maestras", con el resurgimiento que tuvieron y con que sigan dando de qué hablar, es afirmativo que han reafirmado su universalidad.
Por si no fuera poco, algo que también es muestra de su universalidad y que incluso dejó a Arthur Lee atónito fue que en el 2002, el parlamento británico reconoció a Forever Changes como uno de los mejores discos de la historia, por lo que podemos decir que el gran Arthur pudo morir con una sonrisa en la boca sabiendo que había creado un disco casi tan importante como el Sargento Pimienta en el 2005.
Procedamos con la reseña:
El disco comienza con la magistral Alone Again Or, tema compuesto por Bryan MacLean, el cual resultó ser un niño prodigio que empezó a componer sus propias canciones desde una tempranísima edad por medio de un piano de juguete. Alone Again Or fue originalmente compuesta como una canción de country, pero ante la imposibilidad de que ninguno de los integrantes sabía tocar el banjo y que el músico de sesión se estaba tardando muchísimo por cuestiones de tráfico para llegar a la sesión, Bruce Botnick (el productor) decidió ponerle atención a lo que estaba tocando el gran Johnny Echols y resultó ser que eran unas figuras de flamenco, por lo que Bryan terminó cediendo a que la canción tuviese un distintivo sabor español y para que este aumentara, Botnick terminó llamándole al trompetista de sesión Bud Brisbois -quien ya era conocido por haber colaborado en una infinidad de discos y además de todo, por haber colaborado con Herb Alpert y la Tijuana Brass- para que hiciese un solo al estilo del pasodoble taurino, por lo que podemos decir que estamos ante una de las primeras canciones de la música popular en la que se volteó a ver a la música española como influencia principal. Magnum opus.
A House Is Not a Motel es un tema que fue compuesto por Arthur Lee, el cual parece ser que tiene la inspiración de Burt Bacharach y Hal David, dos de los compositores preferidos de Arthur, especialmente en una canción que tiene un título similar (A House Is Not a Home), aunque honestamente no me suena muy similar, por lo que supongo que la influencia de ese tema se limita al título, sin embargo, la música está compuesta a medio camino del folk psicodélico y el rock ácido con un ligero tinte español, mientras que las letras van narrando desde una especie de fantasía psicodélica que al parecer se refieren a The Castle, la casa en donde vivía el grupo en sus inicios, situada en los Ángeles, California y además también incluye referencias a la guerra de Vietnam, las cuales están basadas en lo que un veterano le contó a Arthur en un bar de San Francisco y si no fuera poco, termina futurizando al predecir que el tema de la guerra que en ese tiempo era noticia se iba a convertir en un tema recurrente para las películas hollywoodenses. Por otro lado, la interpretación del grupo es magistral, con un Bryan MacLean que muestra maestría en la guitarra de 12 cuerdas y un Johnny Echols verdaderamente impresionante que suena psicodélico, estridente, apocalíptico, fresco y siempre fino y sofisticado. Obra maestra.
Andmoreagain es una preciosa balada de folk combinada con la finura del Brill Building, donde la influencia de Burt Bacharach vuelve a aparecer, así como también la de sus colegas Buffalo Springfield y su canción Nowadays Clancy Can't Even Sing, compuesta por Neil Young (quien también tuvo su colaboración en este disco como arreglista de The Daily Planet), mientras que la interpretación vocal de Arthur Lee suena mucho más cercana a Johnny Mathis que a cualquier cantante de rock de la época, por lo que también se puede decir que esta canción confirma su alejamiento del garage rock de los primeros 2 discos de Love y su envolvimiento completo en un sonido más influenciado por el folk, que básicamente fue resultado de una petición de Botnick al mismo Arthur, igualmente las letras son filosóficas y un tanto espirituales, mientras que en este tema no toca ningún miembro del grupo, sino The Wrecking Crew, el grupo de músicos de sesión más importante de los Ángeles. Obra maestra.
The Daily Planet está en el número 4 y se podría decir que estilísticamente se encuentra dentro de un pop psicodélico "más estándar" en comparación con los primeros tres temas, sin embargo, empiezo a notar aquí reminiscencias del gran Syd Barrett en la forma en la que Arthur Lee va describiendo su vida cotidiana en la ciudad de los Ángeles combinando imágenes perturbadoras con otras más naif y otras más rutinarias, en las que se incluyen accidentes de tránsito, ambulancias, una madre comprándoles a sus hijos soldaditos de juguete, comer chicle, comer helado, hacer juegos de palabras un tanto infantiles o las más rutinarias que uno se puede imaginar, como despertarse de la cama en un día más en el que te esfuerzas por hacer lo mejor posible, lo que convierte a Arthur en el equivalente gringo de Syd Barrett, pues ambos son grandes compositores y ambos usan al menos de forma parcial los mismos recursos literarios para sus letras, aunque Arthur Lee puede llegar a ser más oscuro y perturbador. Por otro lado, la música incluye algunas ligeras influencias hindúes en algunas partes e incluso las partes de guitarra que están tocadas por Johnny Echols llegan a sonar parecidas a una cítara, mientras que los que están tocando son The Wrecking Crew de nuevo. Extraordinario tema.
Llega otro tema de Bryan MacLean, esta vez Old Man, una preciosa balada romántica de folk con una de las letras más poéticas que he leído, en la que Bryan toca la guitarra acústica y canta con su voz de tenor lírico-ligero, la cual también es una voz más cercana a un crooner que a un cantante promedio de rock o folk, mientra que lo acompañan Ken Forssi en el bajo y Michael Stuart-Ware en un suave acompañamiento de hi-hat, mientras que atrás hay una orquesta que adorna a este Magnum opus que me ha llegado a sacar las lágrimas.
Para este grupo es muy poco tener ya 4 obras maestras en un solo lado y Arthur Lee nos trae tal vez el tema más icónico del disco junto con Alone Again Or, The Red Telephone, el cual es un tema verdaderamente precioso de pop barroco que incluye, guitarra de 12 cuerdas y clavecín, mientras que Arthur Lee nos muestra su faceta más politizada e histérica (en un sentido totalmente psicoanalítico) en la que usa su usual mezcla de imaginería naif con otra perturbadora en la que menciona temas escabrosos para su época y él termina definiéndose como un ferviente crítico con los nacientes movimientos estudiantiles que alcanzarían su auge en 1968, especialmente en Francia y lo que se conoció como "Mayo Francés", por su reivindicación de la perversión (que finalmente derivó en una tecnocracia distópica y totalitaria de una pequeña burguesía pervertida, lumpenizada e híper-moralista) y con el movimiento hippie también, así como también muestra su inconformidad con la guerra de Vietnam y la segregación racial que se vivía en su país natal, así como también muestra al final un excelente guiño a la lucha de clases marxista al citar la frase de la obra teatro de Peter Weiss Marat/Sade de 1963 "¡Somos todos normales y queremos nuestra libertad!" y a la Biblia con "¡Todos los hijos de Dios tendrán su libertad!". Obra maestra.
El lado B abre con Maybe the People Would Be the Times or Between Clark and Hilldale que contrasta con la ominosidad y el escepticismo de The Red Telephone, con una tonada alegre y movida de tintes flamencos con una letra críptica sobre las calles que fueron de alguna manera, una especie de equivalente angelino a las calles de Haight y Ashbury en San Francisco o a la calle de Carnaby en Londres, Inglaterra, pues era el lugar donde se expresaba la contracultura en los Ángeles y donde también estaba localizado el famosísimo Whiskey A Go-Go, también debo decir que una de las frases finales de la canción (que además tiene una estructura rarísima que la hace aún más críptica) me sonó sospechosamente hegeliana, pues básicamente lo que dice es: "La luna es una escena común en mi pueblo, aquí donde todos tienen la cara pintada de café y si no sentimos que esa no es la forma correcta, entonces vamos a pintar a todos de gris". Mientras que la interpretación del grupo es excelente y me llama la atención como Arthur Lee en su tendencia a cantar como crooner, termina acompañando a la trompeta en su solo. Excelente tema.
Live and Let Live es más pop psicodélico con letras que por momentos son perturbadoras y en otras muestran gran conciencia política por parte de Arthur Lee, pues aquí se podría decir que a pesar de que usa toda una imaginería naif para narrar una letra perturbadora que al mismo tiempo de hacer referencia a los colonos europeos vestidos de azul, hace también referencia al reclamo de los Indios por formar parte de la universalidad (o como dice Zizek, "nosotros también tenemos el derecho a ser malvados"), por lo que de alguna forma hace una especie de profecía sobre cómo los descendientes de los movimientos políticos de esa época agarrarían una actitud paternalista y políticamente correcta que básicamente ejerce un totalitarismo paralizante para que esas "minorías" que aparentan defender, no puedan entrar a su propia universalidad e igualmente Arthur llama a cuestionar el motivo por el que los líderes quieren escribir sus reglas en el cielo". Por otro lado, la música es de nuevo, magistral y tenemos a un Johnny Echols que suena mejor que nunca. Obra maestra.
En el número 9 tenemos a The Good Humor Man He Sees Everything Like This, que sigue la misma tendencia de Arthur Lee a escribir canciones con influencia de Burt Bacharach, por lo que esta es otra balada pausada y de aires románticos que va describiendo toda una imaginería colorida que incluye colibríes cantando, niñas peinadas de colas, carruseles y campos floridos en el verano, cuando termina la canción de forma perturbadora, mostrando algo horroroso que nadie podía ver: El Verano del Amor estaba podrido y pronto el movimiento hippie iba a sacar lo peor de sí, otra vez una especie de pensamiento hegeliano en donde todo lo que tiene el potencial de volverse algo excelente termina convirtiéndose en una pesadilla. Magistralmente enfermo.
Bummer In The Summer es tal vez el tema más estándar en su composición de todo el disco, pues es un tema de psicodelia un tanto "countryficada" similar a Plastic Fantastic Lover de Jefferson Airplane en el que también se incluye influencia del talking blues, y de nuevo Arthur Lee muestra su escepticismo con el movimiento hippie y el Verano del Amor: ¡No hay nada de emancipador en ello, lárguense con sus perversiones a otro lugar, escorias totalitarias!
Para cerrar con broche de otro tenemos uno de los mejores cierres de la historia de la música popular, You Set The Scene, un tema que de nuevo tiene la influencia de Bacharach presente y también es aquí donde escucho algo reminiscente a lo que alguna vez dijeron los Beatles que querían que fuese el Sargento Pimienta, pues aquí abundan esas trompetas y orquestaciones que tenía en mente Paul McCartney cuando llegó a los estudios Abbey Road con el concepto del Sargento Pimienta, por otro lado, la canción está compuesta como una mini-suite de 4 movimientos, mientras que las letras de nuevo son crípticas y según lo que he leído se tratan de una serie metáforas sobre los viajes de LSD, por lo que es una letra difícil de entender, pero que tiene mucha poesía como es común en las letras de Arthur Lee. Obra maestra sin ninguna duda.
Solo quiero comentar un par de temas extra de la edición del 2018 para terminar:
Wonder People (I Do Wonder) es otro tema que muestra de nuevo la admiración que tenía Arthur Lee por Burt Bacharach, que incluso los metales incluidos aquí suenan a lo mejor de dicho compositor, esto es pop del brill building del más alto nivel, es una lástima que no se incluyera en el Forever Changes.
Your Mind and We Belong Together es pop psicodélico de filigrana con un sonido guitarrero, movido y un tanto rockero, pero con la misma finura y calidad compositiva del Forever Changes, aunque al final termina volcándose al rock ácido más guitarrero en donde Johnny Echols de verdad brilla y es donde uno puede entender como es que terminó convirtiéndose en un guitarrista de jazz justo cuando salió de Love poco después de lanzar este sencillo, por otro lado, es una lástima que esta alineación nunca pudiera juntarse, pero hubiese sido una maravilla que hubiesen acabado de grabar ese cuarto disco que traían en mente. Obra maestra.
Este no es solo un disco imperdible, sino que es un álbum obligatorio en cualquier colección de quien tenga las agallas de hacerse llamar "conocedor".
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