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1 abr 2021

The Fraternity of Man - The Fraternity of Man (1968) [Repost]

Después de 8 meses de inactividad, estoy viendo si puedo devolverle el ritmo de publicaciones al blog que tenía antes del 19 de Enero del 2012, cuando el gobierno gringo cerró megaupload y desde ahí se me ha hecho cada vez más difícil publicar, además de que a diferencia de aquel entonces, me gusta hacer las reseñas más detalladas e informadas, por lo que esto también me ha generado un bloqueo mental en el que se me va la creatividad y no puedo expresar bien mis ideas, sin embargo, ya que llevo 13 días bloqueado del Facebook y ese lugar cada vez se me hace más tedioso por la cantidad de estupideces que abundan, además de que cada día el totalitarismo pequeñoburgués de lo políticamente correcto es cada vez más tajante y ostracista por lo que me estoy cansando de esa falta de libertad de expresión, además de que también me es cada vez más molesto estar socializando con millones de imbéciles a los que ni siquiera conozco en persona, por lo que ahora me gustaría alejarme de ello y rescatar este pequeño espacio, junto con el blog hermano El Jardín del Guajolote, donde intentaré hacer más críticas a la corrección política, el liberalismo, los tecnócratas y de paso hacer algo de propaganda comunista sin tener el yugo del judeonazi Mark Zuckerberg por vía de su "red neuronal" y es que además de todo, algo que hay que tener en cuenta que los blogs que compartimos música, películas, libros y otros bienes comunes intelectuales de forma gratuita somos cada vez más, un elemento subversivo dentro del internet, somos unos comunistas que nos pasamos por las nalgas a la "legalidad", precisamente porque los bloggeros de internet que lo hacemos, somos los que mostramos el potencial subversivo que bien hicieron notar Pascal, Althusser y Hegel con las tautologías: Es común que las leyes reguladoras de los aparatos estatales de la mayor parte del mundo, se opongan al intercambio gratuito e "ilegal" de bienes comunes como la música y que incluso algunos abogaduchos idiotas salgan precisamente con "la ley es la ley" y es aquí donde la tautología adquire un carácter subversivo al ser la sobreidentificación de la ley misma, es decir: la primera "ley" representa a la ley que hace justicia, que nos protege a todos y la segunda "ley" sale a relucir la parte ilegítima e ilegal de esta ley, y precisamente cuando nos cierran blogs o páginas dedicadas a este intercambio, es donde se muestra la ilegitimidad del "imperio de la legalidad" que como podemos ver, suele ser defendido por los tecnócratas, los abogangsters liberales y las escorias defensoras del laissez-faire, así que para bien o mal, aquí seguiremos hasta que la "ley" muera junto con el capitalismo.

Como pueden ver desde el título, este es un repost de un disco que fue publicado por aquí hace 9 años y que básicamente es uno de mis preferidos, sin embargo, me decidí a volverlo a publicar, ya que además de que quiero corregir la vieja reseña que seguramente está llena de errores gramaticales, ortográficos y otras cosas que quiero evitar en esta nueva reseña, pero bueno, en ese tiempo era un adolescente estúpido e intentaba hacer lo mejor que podía, sin embargo, creo que en esto de escribir se puede mejorar mucho y hacer lo más posible por no incluir lenguaje vulgar y tener una redacción lo suficientemente buena. Por otro lado, también quiero mencionarles que les estoy compartiendo el remaster más reciente de este álbum, hecho por la disquera coreana Big Pink en el 2016, el cual viene editado en mini LP, pero para no aburrirlos más, vamos con la reseña:

The Fraternity of Man se formaron en 1967 en los Ángeles, California con las cenizas de The Factory, un grupo de garage psicodélico que encabezaba Lowell George (más conocido por su labor en Little Feat), en donde el bajista Martin Kibee, el guitarrista Warren Klein y el baterista Ritchie Hayward habían tocado, aunque pronto George se iría a las filas de los Standells (otro grupo de garage muy importante) y los tres miembros restantes se unirían con el guitarrista Elliot Ingber, quien había estado en las filas de los Mothers of Invention cuando grabaron su primer álbum en 1966, y en un encuentro casual durante el Verano del Amor en San Francisco, conocieron a Lawrence "Stash" Wagner, quien se les uniría completando así la formación de The Fraternity of Man.

Grabado en la primavera del 68 con el apoyo e interés de gente como Canned Heat, Jimi Hendrix, Jim Morrison y Janis Joplin, quienes se mantenían al tanto de lo que hacía el grupo, su debut salió un 24 de Junio de ese año, el cual estuvo producido por el histórico e importantísimo Tom Wilson, quien produjo los primeros álbumes de los Mothers of Invention, los primeros de Bob Dylan, los 2 primeros de The Velvet Underground y el único disco del quinteto bostoniano Ill Wind Flashes, salido también en 1968.

Aunque el disco en su momento tuvo una respuesta muy tibia por parte del público y esto ayudó a que el grupo terminara tronando en 1969, su tema Don't Bogart Me terminaría siendo usado por Dennis Hopper en la mítica película Easy Rider, salida en el 69 y a pesar de eso, el tema apenas alcanzó el modesto lugar 86 de las listas de popularidad.

El debut homónimo de The Fraternity of Man es básicamente una mezcolanza de géneros, pues aquí hay rock ácido, raga rock, blues, country e incluso rock and roll cincuentero, pero todo bajo la perspectiva influenciada por el consumo de drogas psicodélicas, marihuana y por un ambiente muy hippie en donde se escuchan ecos de Country Joe & The Fish, The Electronic Hole, The Savage Resurrection, los Byrds y el Freak Out de Frank Zappa, ya que hay canciones que hablan abiertamente del consumo de marihuana, otras con tintes humorísticos y otras que son viajes psicodélicos que rayan con lo surrealista y lo místico, ya que además de que hay guitarras cargadas de fuzz, hay efectos psicodélicos, tamburas y arreglos que coquetean con la música clásica de la India, lo que se ve contrastado con canciones de country rock primigenio y de blues.

El disco comienza con In The Morning, que es básicamente una oda al consumo matutino de marihuana en tono de blues psicodélico con las guitarras fuzzeadas de Ingber y Klein, haciéndonos recordar al Country Joe más chistoso o incluso a un tema del grupo mexicano los Spiders.

En el segundo tema tenemos Plastic Rat, que personalmente es uno de mis preferidos del álbum, el cual comienza con unos efectos psicodélicos y a lo largo de la canción, Stash va narrando el autoritarismo que en ese momento se ejercía contra los hippies en los Ángeles, incluyendo una experiencia propia que retomaría para otra canción del mismo disco, mientras que Warren casi al final hace unos pequeños solos psicodélicos de guitarra excelentes. Una de las mayores obras maestras del grupo.

Don't Bogart Me (o Don't Bogart That Joint) es country rock primigenio que tiene ecos de los Byrds en su etapa country que comenzaría precisamente en 1968 con su disco Sweetheart of Rodeo y como decía más arriba, este fue el tema que los catapultó como grupo de culto gracias a la película Easy Rider de 1969, sin embargo, creo que este es uno de los temas más flojitos del disco, teniendo en cuenta que hay canciones que de verdad podrían considerarse obras maestras de la psicodelia gringa y con las que puede entenderse perfectamente el motivo por el cual grandes nombres como Jimi Hendrix, Canned Heat o Jim Morrison se interesaron tanto en su trabajo en estudio e incluso les mostraron apoyo.

Stop Me, Citate Me es básicamente un medio tiempo psicodélico en el que otra vez se vuelven a mostrar ecos de Country Joe McDonald, con una letra que suena entre romántica y cómica. Gran tema.

Bikini Baby es rock and roll cincuentero que básicamente se mofa de Elvis Presley de una forma deliberadamente mala, ya que Stash Warner lo hace a modo de parodia y suena como un imitador malísimo de Elvis que apenas sabe cantar, mostrando así ecos de Frank Zappa y su constante mofa al Doo Wop cincuentero. Sin embargo, no quiero que se me malentienda, ya que si bien la imitación a Elvis es pobre, creo que esa era la idea desde un principio, pues se trata de un tema para divertirse un rato.

Oh No, I Don't Believe It es de la autoría de Frank Zappa y al parecer la trajo Ingber de su estancia con los Mothers of Invention, aunque también se especula que fue por parte de Tom Wilson, quien había producido los primeros discos de dicha agrupación, sin embargo, aquí The Fraternity of Man le agrega su propio sabor en donde mezclan las improvisaciones del rock ácido con la música clásica de la India, en donde también se escuchan una serie de efectos psicodélicos de estudio, con un Warren Klein que se escucha mejor que nunca con su Gibson ES-335 que vomita fuzz y un tablista desconocido. Definitivamente una de las obras maestras del grupo.

Wispy Paisley Skies es una mezcla un tanto extraña de country rock con raga rock y psicodelia ácida, en donde si bien la instrumentación es casi completamente acústica y bastante tradicional para el género, la composición no lo es y también habría que mencionar la incorporación de la tambura hindú y los pequeños arreglos guitarra fuzzeada tocados por Warren Klein que hacen de este tema todo un deleite, por otro lado, a este tema le encuentro ecos de un grupo muy posterior llamado Relatively Clean Rivers, liderado por Phil Pearlman de The Beat of The Earth, pues es básicamente una combinación de country rock con psicodelia orientaloide. Obra maestra.

Field Day es otro tema de protesta, el cual vuelve a tomar el tema de la represión hacia los hippies por parte de los gobiernos autoritarios de todo el mundo, e incluso el último verso de la canción dice "si estás embarazada, te patearé, porque una mujer embarazada cuenta como dos", todo ello acompañado de una música de tipo militar.

Just Doin' Our Job vuelve a tomar la premisa básica de Plastic Rat, esta vez en tono de country rock similar a Don't Bogart Me, donde el cantante vuelve a narrar como los policías de aquel entonces lo sacaron de su casa a golpes con la justificación de "nosotros solo hacemos nuestro trabajo" y también al final se incluyen fragmentos de un discurso de Hitler, sin embargo, creo que esta referencia al nazismo es mucho más vigente en estos tiempos que hace casi 53 años que salió este disco, pues hoy vivimos en un régimen mucho más parecido al de los nazis que el que vivieron los hippies en aquel tiempo o tal vez incluso peor, pues si uno tiene en cuenta que entre el yugo pequeñoburgués de la corrección política que condena a la gente al ostracismo y el cada vez más asfixiante control digital por medio de las redes sociales y demás, el totalitarismo tecnocrático-liberal es mucho más asfixiante y paternalista, además de que se esconde en un discurso pseudo-ascético y new age que llama a la sociedad a la no-involucración y al cinismo, por lo que podemos decir que este paternalismo de derecha (mal llamado "progresismo liberal" o "izquierda liberal") se parece mucho a una distopía huxleyana donde el poder absoluto lo tienen los expertos y estos tienen a una sociedad conformista completamente controlada por la tecnología.

Blue Guitar es básicamente blues psicodélico instrumental tocado por Elliot Ingber y su telecaster fuzzeada, no hay mucho más que decir más que es uno de los mejores temas del disco.

Last Call for Alcohol sigue exactamente la misma fórmula que Don't Bogart Me, country rock con oda a las drogas, esta vez al alcohol, no es el tema que más me gusta del disco, pero tiene su mérito. 

Para cerrar con broche de oro, Candy Striped Lion's Tails es básicamente psicodelia ácida caleidoscópica con influencias hindúes, haciendo eco a The Beat of The Earth de Phil Pearlman, los ingleses Sam Gopal, los Yardbirds o incluso a los Savage Resurrection, ya que aquí Warren Klein se encarga de unos solos de guitarra fuzzeada ultra-psicodélicos que rayan con lo místico y lo surreal, mientras atrás está ese mismo tablista desconocido de Oh No, I Don't Believe It que se encarga de darle más sabor hindú a este temazo que es un viaje de ácido donde los colores verdaderamente se escuchan y colocan a este tema, no solo como la mayor obra maestra del grupo, sino como una de las mejores canciones de toda la historia de la psicodelia.

Si bien The Fraternity of Man no tuvieron el éxito esperado en su momento y la respuesta del público y la prensa fue tibia, sí lograron convertirse en un grupo de culto que sigue siendo muy querido entre los aficionados a la psicodelia, los cuales incluso llegan a comprar copias originales del disco a un precio bastante caro (al menos para mí, ya que tampoco es una super rareza, pero como estoy pobre, el dinero para mí es oro en este momento) y es que es un disco en el que abundan los temas de calidad en los que hay una instrumentación magistral, un vocalista que no es el mejor pero que logra cumplir su papel por medio de la frescura, elocuencia y honestidad. Lamentablemente, el grupo solo sacaría un álbum más el año siguiente, que a pesar de ser muy bueno, no tendría los mismos niveles de lisergia que este tiene y se enfocaría en unos arreglos mucho más básicos de blues rock con tintes psicodélicos y sacarían un EP en los 90's con unas regrabaciones de algunos de sus temas que ya no tienen el mismo brillo que las originales.

Un disco que no pueden perderse.

P.D. En estos días se vienen algunas sorpresas, estén al pendiente.

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