July - July (1968)

Antes que nada, un poco de historia.

July fue una banda inglesa de pop psicodélico formada en Ealing, Londres a principios de los 60's como The Dreamers, tocando música influenciada por los Shadows y los Everly Brothers, después transicionaron hacia el R&B influenciado por Bo Diddley y Chuck Berry, así cambiando su nombre a The Tomcats, con una alineación que duró hasta 1965.

Mientras tanto en este mismo año, otro grupo llamado The Second Thoughts que se acababa de formar, el cual tenía a miembros que tocaban congas, flautas, teclados, guitarra, bajo y batería, pero poco después romperían y uno de los miembros pasaría a ser parte de Nirvana (no, no es el que muchos deben pensar que es, sino que este Nirvana es inglés, es psicodélico y es de los 60's) y los otros fueron reclutados por el guitarrista Tom Newman para formar a los nuevos Tomcats y decidieron irse a probar suerte a españa, donde tuvieron bastante éxito con algunos sencillos en 1966.

En 1967, en su retorno a Londres, Tom Newman se volvería a encontrar con el ex-guitarrista de los Tomcats, Peter Cook y empezarían a escribir material alejado de sus raíces del R&B y más acercado a la psicodelia de la época.

En 1968, ya representados por Spencer Davis, lanzaron un sencillo "My Clown/Dandelion Seeds", el cual fracasó en las listas de popularidad, igualmente lanzaron un LP que también fracasó en las listas, lo que en 1969 provocó que el grupo se separara, sin embargo, algunos de los miembros, trabajaron con artistas de la talla de Mike Oldfield y Jade Warrior en los años 70's y el disco de July se convertiría en uno de los más buscados por los fanáticos y/o coleccionistas de la psicodelia británica.

Ahora sí, lo que todos esperaban, la reseña...

El debut y único álbum de July nos presenta un pop psicodélico un tanto inusual, pues la música del grupo a pesar de que entra en la categoría "psych-pop", es diferente, porque a diferencia de sus contemporáneos como Kaleidoscope, los Blossom Toes o los Zombies, por ejemplo, estos no caían en las melodías edulcoradas, las canciones bobaliconas, los arreglos barrocos y sofisticados, sino que su música era más abiertamente psicodélica con ciertos destellos de blues y con arreglos poco sofisticados, además de tener una atmósfera mucho más viajada que la que podemos encontrar en la mayoría de discos de pop psicodélico, por lo que se podría decir que en ocasiones se acerca mucho a lo que hoy conocemos como "freakbeat".

En fin, no hay nada más que decir, solo que es discazo y que es imperdible para todos los que gusten de la psicodelia inglesa.

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