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23 nov 2019

Mariani - Perpetuum Mobile (1970)

Se nos va el año y ni siquiera tuve tiempo de acabar mi reseña del Forever Changes de Love, también se nos fue Armando Molina de la Máquina del Sonido después de haber estado muy mal de salud y cada vez están más cerca las festividades decembrinas, aunque bueno, al menos pude comprar mi bajo y hacerle una pequeña modificación. Ahora lo único que me queda es hablar de lo que más me gusta: la música.

Hoy les traigo un portento de obra, heavy psych de altos vuelos, que lamentablemente está bastante ignorado por aquellos pseudoarqueólogos del hard rock oscuro, que prefieren seguir viendo a grupos muy sobrevalorados y nada especiales antes que revisar esos discos olvidados que rebozan en calidad musical que curiosamente, abundan y uno de ellos es el debut y único disco de los texanos Mariani, que es una verdadera pasada.

Por otro lado, el disco original no tenía portada, venía en una cubierta completamente blanca al igual que todas las ediciones limitadas de Sonatone, luego en ediciones posteriores (la mayoría no-oficiales) le pusieron distintas portadas y también en la mayoría les cambiaron los títulos a las canciones, por lo que hoy una vez más, el disco recibe nuevas portada y contraportada, con los títulos corregidos, y el rip del disco lo saqué de un extinto sitio donde la gente subía discos vía emule, está sacado de la edición en CD de Akarma.

La historia de Mariani comienza en Austin, Texas, cuando el baterista Vince Mariani estaba haciendo una audición para sustituir a Mitch Mitchell en la Experiencia de Jimi Hendrix, pero los de la disquera Sonobeat lo convencieron de que formara su propio grupo y de que con este iba a triunfar, por lo que Vince puso carteles en donde buscaba a un guitarrista y a un bajista para formar un grupo al estilo de Cream, Jimi Hendrix y Blue Cheer, y es ahí cuando su colega Eric Johnson, quien aún era un puberto de unos escasos 15 años, terminó en las filas del aún sin nombre grupo de Vince Mariani, luego se les agregaría el bajista Bob Trenchard, que tan solo estaría un tiempo breve, pero que alcanzaría a grabar unos demos en 1970 para la disquera local Sonobeat.

Cuando Bob Trenchard se salió del grupo que ya había tomado como nombre el apellido de su fundador y baterista, se les unen el bajista Jimmy Bullock y el vocalista Jay Podolnick, que aunque sí estuvo presente en las sesiones del disco, solo grabó una canción, y lo sustituyeron otros vocalistas, debido a que los de Sonobeat pensaron que la voz de Podolnick no era lo suficientemente buena, aunque yo aquí diría que es una verdad a medias, ya que la voz de Darrell Peal suena muy parecida a la de Podolnick, mientras que Bill Wilson es el que hace el trabajo más destacable en cuanto a la voz, teniendo un rango más diverso, además de sonar con más fuerza.

Antes de lanzar el que sería su único álbum en 1970, sacaron dos sencillos, el primero fue acreditado a Vince Mariani como solista y salió en 1969, mientras que su segundo sencillo que viene con versiones distintas de dos canciones que fueron incluidas en en LP original, las cuales fueron grabadas con Jay Podolnick como vocalista y fueron acreditadas al grupo.

Mariani nunca lograron el triunfo prometido y su disco no tuvo gran repercusión, pero lograron abrirles a monstruos como Deep Purple, ZZ Top, Bloodrock y Johnny Winter entre 1970 y 1972.

Ahora a hablar de la música:

Perpetuum Mobile es un disco donde el rock ácido, el hard rock, el jazz y el blues se mezclan en perfecta armonía, gracias a las excelentes composiciones y a que el grupo estaba conformado por grandes músicos, y aunque si bien es cierto que aquí, Eric Johnson a veces suena a que intenta calcar a Jimi Hendrix, habría que decir que no todo en su forma de tocar es pura imitación como son los casos de Thunder and Roses y Velvert Turner o incluso sus contemporáneos Parish Hall, pues Johnson también tenía el don de crear riffs verdaderamente pesados y estridentes que bien pudieron haberlo consolidado entre los mejores guitarristas del momento y estar al tú por tú con Jimmy Page, Ritchie Blackmore, Tony Iommi, Leslie West, Paul Kossoff o incluso Leigh Stephens, Randy Holden y Jesse Harper, pero aquí a diferencia de otros discos de estilo similar, como el Stoned Guitar de The Human Instinct o incluso en parte Wicked Lady, aquí sí hay composiciones en serio y que no son meros pretextos para que Johnson se luzca, sino que todos los músicos ponen su parte y lo hacen de una manera soberbia, entre ellos Vince Mariani, que tenía toda la precisión jazzística que lo hubiese podido llevar entre los mejores bateristas de fines de los 60's, pero también tenía el plus de sonar tan crudo y potente como John Bonham, también habría que destacar que Jim Bullock, hizo un excelente trabajo como bajista y que los vocalistas que participaron aquí, entre ellos Bill Wilson (poseedor de un ronco y potente tenor dramático muy similar al de Bob Seger) el cual era un cantautor de folk, Darrel Peal (tenor lírico) y Jay Podolnick (que sería bajista un poco antes de que entrara Jim Bullock, después se convertiría en vocalista, el posee un registro de tenor lírico también). Ahora, la producción suena muy estándar para la época, pues básicamente lo que uno esperaría a escuchar en un disco de heavy psych de aquellos años, es decir, una producción cruda y orgánica con poca presencia de adornos, y aunque no sea una producción de George Martin, los instrumentos suenan perfectos para el estilo que manejaba el grupo.

El disco inicia con Last Milestone, que tiene un riff de guitarra, bajo y bataca digno de estar en un disco de Led Zeppelin, pero pronto muestran también el gusto incondicional que los miembros tenían por la música de Hendrix, incluyendo la guitarra de Johnson que incluye fuzz y wah-wah, mientras que la voz de Bill Wilson suena con muchos huevos, haciéndome recordar a Bob Seger, pero sin esa influencia directa del sonido Motown.

Sobre la serie de interludios jazzeros no hablaremos, ya que son muy cortos, pero diré que son interesantes y excelentes, aunque a algunos les podrían parecer un tanto innecesarias y que desestabilizan un poco al disco, pues hay que tener en cuenta que sí podrían sonar un tanto fuera de lugar al estar puestas junto a temas que desbordan energía y que además, son de un estilo completamente distinto, sin embargo, también muestra que el grupo estaba conformado por músicos versátiles y virtuosos que no se conformaban nada más con tocar rock, como ahora lo suelen hacer muchos grupos.

Re-Birth Day me suena un tanto similar a lo que harían un par de años después un grupo de Illinois llamado Hindenburg Lyon, e incluso con ese tipo de arreglos que comienzan de una forma pesadísima, donde destacan las influencias zeppelianas una vez más y luego se van por otra cosa, en este caso, Mariani se van primero por una parte blusera, luego regresan a la primera parte, para ir a un arreglo muy hendrixiano y aterrizar en el pop psicodélico, regresan al arreglo tipo Hendrix que incluye también un solo de Eric Johnson con fuzz y wah-wah, regresan a la parte popera y se termina con el arreglo del medio y un eco muy lisérgico. En esta canción canta Darrell Peal.

Memories Lost and Found empieza tal y como uno podría esperar que empezase una canción del Axis: Bold as Love o del Electric Ladyland, pero después aparecen riffs de guitarra que cabrían más en un disco de Led Zeppelin, para luego irse a uno solo que peca de hendrixiano, aunque aquí podríamos decir que faltó un poco más de diversidad, teniendo en cuenta que Re-Birth Day tiene más de 5 movimientos. En esta canción canta Jay Podolnick.

I Can't Hurt Myself es blues ácido y pesado con una introducción jazzera, que curiosamente ya no suena tan hendrixiano y ya va por caminos más en la línea de Eric Clapton o de Jimmy Page, aunque también recuerda un tanto a Frijid Pink, ya que regresa el vocalista Bill Wilson y aunque esta canción pudo haber sido más larga, teniendo en cuenta que el blues generalmente se cuelga, aun así con esta canción siguen gloriosos.

Mendor y Breaker son jams puramente instrumentales que suenan como una versión light de los Firebirds (aquel grupo de músicos de sesión de los Ángeles que grabó una triada de discos entre 1968 y 1969, que ahora son de culto en el heavy psych), pues a diferencia de estos, Mariani parecen no estar muy interesados en experimentar con las sonoridades oscuras y más bien les interesa crear paisajes sonoros que al mismo tiempo de sonar completamente lisérgicos, también suenan pesados, por lo que podemos decir que Mariani no se conformaban con sonar parecidos a Hendrix y a Cream, sino que también mostraban aprecio por Blue Cheer y Iron Butterfly.

Para finalizar el disco original de 1970, llega un tema que definitivamente no les gustará nada a los que dicen odiar los solos de batería, pues Pulsar es básicamente eso, un solo de batería por parte de Vince Mariani, adornado con diversos efectos psicodélicos, que recuerda tanto a los extendidos solos que solían hacer Mitch Mitchell y Ginger Baker en los directos, como a In-A-Gadda-Vida. Este tema puede que no sea brillante y que para muchos incluso justifique la llegada del punk a mediados de los 70's, pero muestra que Vince Mariani es un baterista muy desconocido por el público general, el cual pudo haber sido igual de grande que muchos otros que hoy gozan de un estatus inmenso en la historia del rock, pero prefirió mantenerse en un bajo perfil.

En los bonus, tenemos el primer sencillo de Vince Mariani con las canciones Pulsar y Boots, que básicamente son solos de batería, y el único sencillo del grupo, que incluye una versión de Re-Birth Day cantada por Jay Podolnick.

El disco fue editado de forma privada con apenas 100 copias impresas, el grupo nunca logró conseguir la popularidad que les prometieron, lo que provocó su separación en 1972.

Y pues para finalizar, si disfrutaste de grupos como Thunder and Roses, Parish Hall, los Firebirds, Sainte Anthony’s Fyre, Led Zeppelin, Zekes y Hindenburg Lyon, este disco es el correcto para ti.

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