Reseña escrita en el Día de Muertos del 2016, pero que por una u otra razón, no pude publicarla en este blog, pero aquí está.
Son las 4 de la mañana, no puedo dormir y
en mis audífonos suenan los disonantes acordes de Merciful Monks mientras que la voz de Lawrence Hammond tiene ese tono
desalentador, depresivo, nihilista y pesimista que anuncia que todo es una
porquería, que no hay presagios de un futuro mejor, todo va de mal en peor.
Mad River
fue esa banda que cuando tomó LSD y otras sustancias que alteran la
consciencia, en lugar de obtener esas visiones coloridas tuvieron un malviaje
tan feo que vieron esas horribles y explícitas imágenes de la guerra de Vietnam
que estaban llenas de muerte, sangre, violencia, dolor y aquellas imágenes de
los movimientos estudiantiles protestando py que sus
respectivos gobiernos los masacraban por ello, es por eso que Mad River en lugar de seguir aquellos coloridos
ideales llenos de optimismo y que luchaban por utopías que arrastraban los
grupos de la bahía de San Francisco, ellos optaron por ver al mundo tal y cual
era: Una grandísima mierda con un aterrador futuro.
Las drogas son algo que puede ser bien o
mal visto por la gente, sin embargo el grupo en lugar de cantar sobre colores
fantásticos y arcoíris, hablan sobre los efectos de las drogas duras, del
declive personal generado por estas y de pasar drogado todo el tiempo debido a
aquellas horribles visiones que tuvieron en los mal viajes, canciones como High All The Time o Amphetamine
Gazelle son auténticos testimonios de ello. Lawrence Hammond
también debe haber sufrido de desamor en aquellos momentos por lo que compuso
un blues obscuro y nihilista llamado Eastern
Light que precisamente habla del desamor provocado por alguna persona. Llega
Wind Chimes un tema instrumental inspirado por la música clásica de la India en
el que en medio empiezan a cantar el Mahamantra Hare Krishna (aunque solo en la versión del EP de 1967, en la versión del LP de 1968 no los cantan), sin embargo esa
obscuridad disonante y tétrica no desaparece del tema. War Goes On, eso dijeron
Mad River en aquel lejano 1968, tal vez es el más fiel reflejo de que el
movimiento hippie iba a pique y que lo único que le esperaba a la sociedad era
un funesto futuro, y así es, la guerra no ha terminado, la situación actual es
una mierda, no hay presagios para un futuro mejor, la violencia continúa, las
condiciones son desalentadoras y este grupo originario de Ohio y radicado en
Berkeley tiene toda la razón.
Mad River es la perfecta antítesis del
movimiento hippie, porque aquí no hay más utopías, no hay más optimismo, nada
de eso, todo está podrido, así es el mundo en el que vivimos, de alguna manera es
una visión similar a la que tenía el famosísimo grupo angelino los Doors, sin
embargo si por algo se diferenciaban era en que los Doors buscaban crear un
mundo distópico regido por el libertinaje absoluto mientras que Mad River eran
una banda de amargados, tal vez unos auténticos seguidores de Friederich
Nietzche, Emil Cioran y Arthur Schoppenhauer. Algunos han dicho que son los
auténticos padres de las escenas “dark” y “death rock”, y es algo que puedo
compartir sin problema alguno, pues esto es rock ácido verdaderamente oscuro, tétrico,
malévolo, violento, disonante, agresivo, depresivo, nihilista y sobretodo:
pesimista, también podría ser una antesala perfecta del aún no nacido punk que
amanecería a mediados de la siguiente época, cabe destacar que Mad River
también comparten este pensamiento con los grupos de heavy psych que florecerían
a principios de los 70’s como los Bulbous Creation, Icecross, Arrogance, Stonehenge, Stoned Mace, Sudden
Death, Pentagram, Bedemon, Josefus, Iron Claw, Bolder Damn, Seompi o hasta los
mismísimos Black Sabbath, sin embargo su estilo no se relaciona realmente, pues
es un grupo que parte de las mismas raíces que las bandas de la bahía de San
Francisco: el blues, el folk y el country, sin embargo Mad River evolucionaron
de una manera paralela que en lugar de seguir ese colorido y optimista sonido
de grupos como Quicksilver Messenger Service, Country Joe & The Fish,
Grateful Dead, Frumious Bandersnatch, Big Brother & The Holding Company o
Jefferson Airplane, siguieron un sonido obscuro y depresivo, lleno de
disonancias y atmósferas tétricas que seguramente asustaron a los hippies la
primera vez que los escucharon.
Este es el fiel reflejo de los estragos
provocados por la guerra, por una sociedad podrida en el hedonismo, la doble
moral, el materialismo y la superficialidad que no es más que un producto de
gobiernos neoliberalistas, de sistemas económicos capitalistas y de políticos
corruptos que se sostienen de prostitución, narcotráfico, delincuencia,
guerras, desigualdad, divisiones, contaminación ambiental, corporaciones,
industrias, empresas y otras infames cosas, es por eso que nació Mad River, de
toda esa basura que hasta el día de hoy nos tiene en el hoyo, que Aldous
Huxley describió con precisión (y de manera profética) en su obra maestra
de 1932 “Un mundo feliz”. Mad River pasaron completamente desapercibidos en su
momento, solo unos pocos supieron de su existencia en la bahía de San
Francisco, a pesar de haber tocado en conciertos con otros grandes grupos de la
escena como Mount Rushmore, AUM, Quicksilver Messenger Service, Sopwith’ Camel
entre otros, sacarían un disco más en 1969 que tuvo nula atención por parte del
público, a pesar de haber experimentado con ritmos afroantillanos y el country
rock, hoy es un grupo de culto al que los coleccionistas de música psicodélica
admiran, sin embargo esta música nunca será para masas manipuladas por
telenovelas, comida chatarra, fútbol y nalgas, tampoco para neohippies y gente
de la nueva era que sigue soñando con utopías después de décadas y sigue
refugiándose en flores y cigarros de marihuana.
Posdata: Además del disco, les he incluído el EP de 1967.
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Posdata: Además del disco, les he incluído el EP de 1967.
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2 comentarios:
Thanks for a fresh view on an album I've loved since it was released. Early-sixties bluegrass guys really came up with interesting approaches when they went electric. Like Chris Hillman, Clarence White and these psychos, who remind me of The Stooges on one track they recorded before they left Ohio.
Gracias por una nueva visión de un álbum que me encantó desde su lanzamiento. A principios de los años sesenta, los chicos de bluegrass realmente idearon enfoques interesantes cuando se volvieron eléctricos. Como Chris Hillman, Clarence White y estos psicópatas, que me recuerdan a The Stooges en una canción que grabaron antes de salir de Ohio. [via Google Translate]
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